Pablo Laguna nace en la ciudad de Madrid, durante el año 1996. Crece rodeado de música, siendo su primera aparición musical a la temprana edad de los tres años cerrando el álbum de Nacho Laguna, Cantábrico de emociones (1999). Jugando con los instrumentos y consiguiendo, sorprendentemente, una incoherente belleza musical.
Empieza a estudiar violoncello en el Conservatorio, teniendo a su vez otras inquietudes musicales y experimentando con el sonido del bajo y la guitarra. Es entonces cuando, con quince años, forma una primera banda de punk, de la cual no se llegó a editar nada.
Su carrera musical arranca y en el 2014 comparte escenario con Javier Corcobado presentando CADUD (Proyecto que sigue en curso). En el año 2016 lanza su primer álbum debut en solitario «Outside the Time». Durante ese mismo año comienza a formar parte del grupo de rock experimental madrileño Autouniverso como violoncellista ruidoso, cargado de pedales de efectos y demás barbarie sonora, cogiendo de la mano a la electrónica y la psicoledia con la ayuda del sintetizador y theremin. Autouniverso lo forman Germán Sánchez (Vírgenes Adolescentes, Nacho Laguna, Hermanos Cerdo, Javier Colis y las Malas Lenguas, Sex Museum), Miguel B. Núñez (Humbert Humbert, Cuerpos, Linda Mirada, Hominidae, Tocadiscos Humano, Alta Cabeza) y Juanlu Blanco ( (Psilicon Flesh, Nadaju Trío).
En el 2017 colabora con Blixa Bargeld* y Teho Teardo (*componente de bandas como Einstürzende Neubauten, Nick Cave and The Bad Seeds…) formando parte del cuarteto de cuerda junto con David G. Bonacho (Trifide Freud, Nacho Laguna, Soul Bisontes, Nadaju Trío), Lucás Antón Terrón y Gwen Annick Portal en el Espai d’Art Contemporani de Castelló. Meses después colabora con la artista Ana Béjar en Valencia.
En los años siguientes trabaja en su segundo álbum, destapando su propio sonido. Florece así «Gradus ad Delirium» (lanzamiento 30.12.2019), definido como un «escalón al delirio que afilados cuchillos lanza y en melodías se mece. Una lluvia acre, un tiro en el estómago». Ésta obra representa un cambio en el sonido de Pablo Laguna, dentro de su perpetua evolución, donde nos encontramos con sórdidos paisajes, así como con composiciones más cercanas a un rock progresivo aderezado con psicodelia. En “Gradus ad Delirium” se dan la mano la electrónica con la belleza y la total visceralidad. En éste último álbum cuenta con la colaboración de artistas como Nacho Laguna, David G. Bonacho, Sara Gordon y Lucas Antón Terrón.
En el mes de noviembre del 2019 se lanza por primera vez en solitario a los escenarios, presentando «Improgramación», un directo visceral, cargado de electrónica, pedales de efectos y guitarras sangrantes.